Es necesario penetrar en una dimensión diferente, muy distinta a la vida común, para sacar de ella vivencias que solo pueden ser interpretadas mediante la confrontación con otros arquetipos.

Traigo aquí mis novelas, todas ellas son obras escritas bajo el calor de la Literatura Fantástica y el de la Ficción Científica.

Estas novelas traen párrafos de intensa acción y aventura. Eventos desarrollados, en gran parte de su estructura, por no decir toda, fuera del tiempo y del espacio conocidos. Rompen los límites ordinarios de la imaginación.

La vida pone, permanentemente, a nuestra disposición los vehículos que pueden conducirnos hasta lo más recóndito de nuestro interior. Puede entregarnos una nave griega de los antiguos tiempos para que podamos capitanearla en busca del bellocino de oro. La inmensidad del mar nos ofrece un itineratio de grandes aventuras, Eolo está de nuestra parte, hincha las velas con su aliento y allá vamos raudamente dejando una estela brillante tras nuestro. En este viaje es inevitable anclar en Creta, para nosotros está previsto incursionar en el misterioso y oscuro laberinto donde habita el Minotauro.

El laberinto es nuestra mente, el Minotauro es la legión de enemigos que el héroe debe vencer.

Entrar al laberinto de la bestia requiere de todo el valor y voluntad del héroe. ¿De qué nos estamos olvidando en esta proeza? ¡Ah, sí! De Ariadna y del ovillo de hilo que ella le entregará, sin el cual le sería imposible llegar hasta el corazón del laberinto y luego salir de allí, vencedor. La mujer, en estos trances decisivos, es la protagonista principal, ninguna hazaña trascendente se podría lograr sin ella. Devanando el ovillo que Ariadna le hiciera entrega al héroe, este se adentrará en la oscura confusión de pasadizos en el cual abundan los recodos traicioneros del cual podría saltar la sopresiva bestia.

Llegando a las profundidades del laberinto, el héroe encontrará a una membruda criatura, su hipnótica presencia aterra, los sinuosos vapores que salen de su cuerpo indican que su poder es enorme. Una ingente energía eléctrica se esconde por debajo de su vientre; una mirada a sus espaldas nos confirmaría que esa energía ha generado trás de sí una larga cola. ¡Horrores, ¿como es posible que este apéndice exude tanta lubricidad?! Toda perversidad esconde enorme lubricidad, fuego sexual desviado. ¡Si no lo viéramos, no lo creeríamos! Esta característica de la bestia ha convertido a Creta en un infierno, basta observar el entorno de esta tierra para confirmarlo.

Armado con espada, arco y flechas, protegido con armadura, casco y escudo, el héroe enfrenta al Minotauro. Estas armas son, en realidad, si enfocamos al héroe como si fuera nuestra mente, virtudes, dones, que hemos logrado atesorar hasta el momento. Vulcano ha fabricado estas armas, las ha forjado en su fragua, Vulcano es la fuerza sexual; el fuego renueva incesantemente la naturaleza, no hay otra cosa aparte del fuego tan poderosa capaz de producir verdaderos cambios. Dios Madre nos ayuda en esta lucha, vencemos en la lid y salimos del laberinto enmadejando el hilo de Ariadna. Aquí no acaba este viaje, en la Cólquida tenemos que derrotar al dragón que custodia el bellocino de oro.

¡Ah, que peripécias tan difíciles de vencer se nos presentaron y nuestro viaje aún no acaba!